Bosque nativo versus campo

Bosque nativo versus campo

Fecha de Publicación: 18/11/2009
Fuente: La Voz del Interior - Por Dante Rossi (Legislador provincial UCR)
Provincia/Región: Córdoba


Se deben contemplar todas las aristas del problema, ser equitativos e intentar dar respuesta a los sectores. Córdoba es una provincia esencialmente agropecuaria; debemos trabajar para mejorarla.
Desde hace un tiempo, el ambiente en el cual nos desarrollamos se está degradando cada día más con la actividad cotidiana del hombre, y él nos lo demuestra con más fuerza. Por eso, desde la Comisión de Medio Ambiente del Centro de Estudios Córdoba, que colaboró en esta nota, investigamos cuáles son las acciones o las medidas que se están tomando o preparando en la materia.
Analizamos, entonces, el anteproyecto de ley sobre el ordenamiento territorial de bosques nativos de Córdoba, que fija diversos criterios de conservación en los que se puede dividir a la provincia en procura de su preservación.
El problema que el proyecto pretende subsanar es real, grave, y merece que todos los ciudadanos nos informemos para entender que debemos cambiar nuestra manera de vivir, respetar, cuidar y valorar nuestro ambiente, mejorando así nuestra calidad de vida.
Esta sucesión de problemas que sufre el planeta en escala global no permite diagnósticos positivos desde su aceleración negativa en la revolución industrial. La Comisión de Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos (integrada por diversos organismos y ONG ambientales) pretende dar respuesta a la emergencia, principalmente a la alta tasa de desmonte, que repercute en el ambiente (agua, suelo, aire, vida).
La pérdida de bosques nativos trae aparejadas serias consecuencias ambientales y sociales, como ser la disminución de las prestaciones de servicios ambientales o ecosistémicos, entre los cuales se encuentran la captación de agua, protección de suelos, regulación de los ciclos de nutrientes, balance atmosférico del carbono, reducción de los efectos del cambio climático global y el aporte de productos naturales de valor social, cultural y comercial, que resultan de capital importancia.
Sin embargo, el anteproyecto de ley que hoy existe genera preocupación, por cuanto termina enfrentando y casi provocando a los productores cordobeses, y pretende controlar el crecimiento de los sistemas urbanos provinciales.
El problema de las divisiones de conservación es que muchos sectores se encuentran muy próximos a distintos municipios y sería un obstáculo para el crecimiento poblacional. En el anteproyecto hay una laguna bastante grande con respecto a este tema. Consideramos indispensable que se haga partícipes a las ciudades, pueblos y comunas para que juntamente se pueda buscar una solución a la conservación del bosque y, al mismo tiempo, al crecimiento demográfico de los municipios.
Hay casos, además, en que bosques nativos se encuentran dentro de propiedades de particulares. Y como la ley no es retroactiva, podríamos decir que son porciones de territorio que estarían perdidas. Pero, a la vez, se prevén severas sanciones para quienes modifiquen el destino de determinadas zonas demarcadas. Nosotros estamos a favor de la regulación del desmonte, pero también estamos a favor del respeto de la propiedad privada.
Disentimos en el modo en que se plantean las causas respecto a la reducción del bosque nativo porque el deterioro no ocurre drásticamente, es un proceso. Creemos que no se puede poner en un plano de igualdad a la producción agropecuaria y los incendios forestales. La primera atiende a necesidades primarias y subsiguientes, además de ser generadora de empleo. La segunda, en cambio, es sólo aniquilamiento y destrucción. Al mismo tiempo, existen otros factores que también afectan, como ser la actividad minera o el incorrecto trazado urbano.
En cuanto a la producción agropecuaria y minera, creemos que deben integrar la misma legislación y no oponerlas generando una lucha entre sectores. Distinto sería si se tratara de estudiar, primero, la legislación vigente al respecto y, luego, se procurara ayudar y promover la actividad, pero teniendo en cuenta el impacto ambiental.
Al mismo tiempo, el anteproyecto sólo reúne a los estudiosos o expertos en la faz ambiental, cuando deberían sentarse en la misma mesa las sociedades rurales, Federación Agraria, para poder representar a todos y, por lo tanto, contemplar las diferentes situaciones.
La iniciativa está impregnada de buenos deseos frente a la emergencia ambiental, pero no plantea una transición, no sirve el cambio por imposición, no queremos más leyes con letra muerta, busquemos el consenso de los que no opinan igual.
Se deben contemplar todas las aristas del problema, ser equitativos e intentar dar respuesta a todos los sectores. Córdoba es una provincia esencialmente productora, debemos trabajar para mejorar la producción, y si mantenemos nuestra tierra de la mejor manera posible, también la calidad de nuestros productos será mucho mejor.
Un anteproyecto de ley que sólo tenga un espíritu prohibitivo resulta ineficaz. No tiene en cuenta el valor y la necesidad de crear políticas que se articulen y no terminen dañando a un sector, en este caso al agropecuario, sobre el uso del suelo.
Se avecinan tiempos de conflicto si no se logra conservar el espíritu proteccionista ambiental. ¿Qué se podría cambiar? Que esta ley permita la recuperación progresiva de bosques nativos que alienten a la población y eduquen para valorar la naturaleza y evitar los desmontes.
No se trata de proponer una visión idealista o incoherente. Sí, en cambio, tratar de tomar el problema con la profundidad y complejidad que tiene. Ello exigiría un arduo trabajo por parte del Estado como regulador y de la población toda en la concientización a través de la educación.
No sólo en las escuelas, como se viene haciendo, sino desde todos los ámbitos.
Se requiere que las leyes que se dicten en la provincia y el país sean aplicables. Para que el trabajo que se desarrolla en la Legislatura sea fructífero y tenga permanencia se deben crear políticas que se puedan llevar a cabo a largo plazo. Y que pueda, con el tiempo, evaluarse si fueron positivas, si se alcanzaron los objetivos trazados. Que las leyes sean fruto de un intenso debate, que así respondan verdaderamente a los problemas existentes.
Los bosques nativos son necesarios, y debemos recuperarlos y conservar los que aún existen. Para ello es necesario crear fuertes campañas de educación, de información en todos los sectores, en todas las localidades, educar a los que viven en las ciudades, a los turistas, nativos y productores porque son importantes para nuestra vida y nuestro planeta.

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