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Argentina pone fin a la estabilidad fiscal
Fecha de Publicación: 07/01/2008
Fuente: Diario de Cuyo - George Sanders - Dir. Ej. de Consolidated Pacific Bay Mainerals LTD
La minería ha estado haciendo contribuciones cada vez más importantes al PBI argentino debido a los altos precios de los metales y la adición de Veladero, la nueva mina de oro de Barrick. Y el gobierno no pudo resistir la tentación de gravar las exportaciones mineras de la misma manera que ha gravado todas las demás exportaciones argentinas desde 2002. La economía argentina permanece fuerte, con un crecimiento aproximado del 7% en 2007. Y el panorama es bueno para el próximo año, a pesar de la suba de la inflación. El tipo de cambio de 3 pesos por 1 dólar continúa estable, aunque ciertos precios del sector privado son, en gran medida, controlados por el gobierno y el costo de vida es artificialmente bajo, lo que alimenta el robusto consumo interno y una creciente industria turística. Los controles de precios amenazan las inversiones extranjeras, especialmente en el sector energético, y Argentina es ahora un importador neto de petróleo y gas, y sufre una grave escasez de energía. Argentina ha aparecido en los titulares mundiales todo el año, a medida que provincia tras provincia adoptaba leyes antimineras que prohiben la minería a cielo abierto y el uso de cianuro. Las empresas permanecen activas aunque cautelosas en los lugares donde la exploración y la minería aún son bienvenidas. Los gastos de exploración han caído al menos un 25% este año y, a mediados de 2007, aproximadamente unos US$ 1500 millones habían sido retirados de inversiones para proyectos mineros proyectados para los próximos 4 años. El anuncio de diciembre de 2007 de un impuesto del 10% a la exportación que afecta las minas que entraron en producción con una promesa de estabilidad fiscal por 30 años antes de la imposición de un impuesto de "emergencia" a las exportaciones en 2002, sin duda dañará aún más la posición competitiva de Argentina.
Desde 2002, las minas nuevas, particularmente la mina Veladero de Barrick, han estado pagando un impuesto a la exportación del 5%, el cual aumentó recientemente a un 10%. Nuevos proyectos en desarrollo han sido forzados a dar concesiones de regalías adicionales a las provincias a cambio de la aprobación de sus Declaraciones de impacto ambiental. Ahora, tras las elecciones, la política oficial del gobierno es promover la exploración e inversión minera, pero puede que sea demasiado tarde para revertir el sentimiento antiminero popular en varias provincias.
Entonces, ¿Argentina sigue siendo un buen lugar para explorar? La respuesta parecería ser un resonante "sí", pero se ha perdido mucho terreno que puede ser imposible de recuperar. Desde las primeras leyes antimineras fueron promulgadas en 2003 en la provincia de Chubut, leyes antimineras se promulgaron en Río Negro (2005), seguida por Tucumán, La Rioja, Mendoza y La Pampa (todas en 2007). Del otro lado del espectro se encuentran las provincias con minas de metales fuertemente establecidas como San Juan, Santa Cruz, Salta y Jujuy. Parece poco probable que estas provincias cambien sus políticas drásticamente. Las provincias no quieren verse superadas y quieren competir con el impuesto del 10% a las exportaciones del gobierno nacional aumentando las regalías de las provincias al 5%. Junto con las regalías extras del 1 al 1,5% que las provincias pudieron obtener recientemente a cambio de la aprobación de la Declaración de Impacto Ambiental durante la etapa de construcción, la carga impositiva puede ser más de lo que la mayoría de los proyectos en planes de desarrollo podrán soportar.
La continuidad de la prosperidad argentina se ve amenazada por los impuestos y por un movimiento antiminero bien organizado y bien financiado.
Fecha de Publicación: 07/01/2008
Fuente: Diario de Cuyo - George Sanders - Dir. Ej. de Consolidated Pacific Bay Mainerals LTD
La minería ha estado haciendo contribuciones cada vez más importantes al PBI argentino debido a los altos precios de los metales y la adición de Veladero, la nueva mina de oro de Barrick. Y el gobierno no pudo resistir la tentación de gravar las exportaciones mineras de la misma manera que ha gravado todas las demás exportaciones argentinas desde 2002. La economía argentina permanece fuerte, con un crecimiento aproximado del 7% en 2007. Y el panorama es bueno para el próximo año, a pesar de la suba de la inflación. El tipo de cambio de 3 pesos por 1 dólar continúa estable, aunque ciertos precios del sector privado son, en gran medida, controlados por el gobierno y el costo de vida es artificialmente bajo, lo que alimenta el robusto consumo interno y una creciente industria turística. Los controles de precios amenazan las inversiones extranjeras, especialmente en el sector energético, y Argentina es ahora un importador neto de petróleo y gas, y sufre una grave escasez de energía. Argentina ha aparecido en los titulares mundiales todo el año, a medida que provincia tras provincia adoptaba leyes antimineras que prohiben la minería a cielo abierto y el uso de cianuro. Las empresas permanecen activas aunque cautelosas en los lugares donde la exploración y la minería aún son bienvenidas. Los gastos de exploración han caído al menos un 25% este año y, a mediados de 2007, aproximadamente unos US$ 1500 millones habían sido retirados de inversiones para proyectos mineros proyectados para los próximos 4 años. El anuncio de diciembre de 2007 de un impuesto del 10% a la exportación que afecta las minas que entraron en producción con una promesa de estabilidad fiscal por 30 años antes de la imposición de un impuesto de "emergencia" a las exportaciones en 2002, sin duda dañará aún más la posición competitiva de Argentina.
Desde 2002, las minas nuevas, particularmente la mina Veladero de Barrick, han estado pagando un impuesto a la exportación del 5%, el cual aumentó recientemente a un 10%. Nuevos proyectos en desarrollo han sido forzados a dar concesiones de regalías adicionales a las provincias a cambio de la aprobación de sus Declaraciones de impacto ambiental. Ahora, tras las elecciones, la política oficial del gobierno es promover la exploración e inversión minera, pero puede que sea demasiado tarde para revertir el sentimiento antiminero popular en varias provincias.
Entonces, ¿Argentina sigue siendo un buen lugar para explorar? La respuesta parecería ser un resonante "sí", pero se ha perdido mucho terreno que puede ser imposible de recuperar. Desde las primeras leyes antimineras fueron promulgadas en 2003 en la provincia de Chubut, leyes antimineras se promulgaron en Río Negro (2005), seguida por Tucumán, La Rioja, Mendoza y La Pampa (todas en 2007). Del otro lado del espectro se encuentran las provincias con minas de metales fuertemente establecidas como San Juan, Santa Cruz, Salta y Jujuy. Parece poco probable que estas provincias cambien sus políticas drásticamente. Las provincias no quieren verse superadas y quieren competir con el impuesto del 10% a las exportaciones del gobierno nacional aumentando las regalías de las provincias al 5%. Junto con las regalías extras del 1 al 1,5% que las provincias pudieron obtener recientemente a cambio de la aprobación de la Declaración de Impacto Ambiental durante la etapa de construcción, la carga impositiva puede ser más de lo que la mayoría de los proyectos en planes de desarrollo podrán soportar.
La continuidad de la prosperidad argentina se ve amenazada por los impuestos y por un movimiento antiminero bien organizado y bien financiado.
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