Embalse: El reactor trabajará todo lo que dé
21:44 | 
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El reactor trabajará todo lo que dé
Fecha de Publicación: 07/06/2009
Fuente: Día a Día
Provincia/Región: Córdoba
La Central Nuclear de Embalse extenderá su vida útil. Saldrá de funcionamiento cuando el reactor diga basta.
La usina que se convirtió en un hito de la historia de Embalse, tanto que en la parte superior izquierda del escudo de esa localidad hay un átomo dibujado, vivirá unos cuantos años más: todos los que dé. Estamos hablando de la Central Nuclear de Embalse (CNE), que tras tres décadas de incesante funcionamiento debe salir de línea y ser reacondicionada para seguir produciendo. Ya está obsoleta y sus componentes, desgastados. Pero no se desactivará hasta que el reactor diga basta.
Embalse quedará off line después de mediados de 2011 y ya hay más de 70 profesionales abocados a lo que se denomina “Proyecto de extensión de vida”. Tienen como misión cambiar los componentes gastados del reactor y de la planta, para que funcione 30 años más. Para lograrlo, deben renovar el núcleo del reactor, corazón de la usina, y cuatro generadores de vapor que trabajan con tritio (agua pesada que se carga con radiación luego de enfriar el uranio del núcleo).
Para el gerente de la planta, Ricardo Sainz, ésta será la tarea más engorrosa, ya que los dos procesos se interfieren entre sí y pueden generar demoras en el cronograma de actividades. Esta labor demandará un año y medio. Las tareas, como cambios en las turbinas que generan la energía, no representarán mayores inconvenientes.
“La parada total de la planta se va a realizar en el plazo estipulado. Por supuesto que puede haber imprevistos, será el reactor quien diga basta cuando no pueda funcionar más. Pueden fallar componentes y si esto es así, se hará alguna parada de mantenimiento. En realidad, el impedimento más grande que esto genera es dejar de operar al 100 por ciento”, dijo Sainz.
Para comenzar con las tareas de extensión de vida hay que paralizar la planta, descargar el núcleo del reactor, sacar el combustible (uranio), el agua pesada y todo el material radiactivo.
Nuevos residuos. Evidentemente, todo los componentes viejos que se saquen del reactor se van a convertir en residuos nucleares, ya que son elementos contaminados con radiación. Actualmente, en la central, todo el combustible que ya fue quemado queda depositado en piletas con agua desmineralizada por unos seis años. De ahí, estos residuos se depositan en silos de concreto, donde quedan alojados hasta que dejen de emitir radiación.
Este proceso se denomina envasado en seco, y es la suerte que correrán los componentes viejos del reactor: “Estos se trozarán con mucho cuidado y serán depositados en silos de mayor tamaño de los que tenemos en el predio de la central. Allí quedarán guardados hasta que pierdan su efecto contaminante”, explicó Sainz.
Por otro lado, el agua pesada radiactiva contenida en el circuito principal del reactor, será filtrada y depositada en tanques de acero inoxidable: “Hay que descargar todas las cañerías del circuito y el reactor. Para esto disponemos de un sistema de drenaje que lleva todo este material a tanques sellados donde el agua pesada permanecerá envasada hasta que terminen las tareas de extensión de vida y pueda ser inyectada en el circuito nuevamente”, detalló el gerente.
Por esta razón, varias organizaciones ambientalistas como la Funam, ya pusieron el grito en el cielo. Desde Embalse se defienden, y afirman que este es un proceso que está controlado y que se viene realizando desde hace 26 años con todos los elementos que se fueron retirando del reactor.
Un plan nuclear. La energía atómica volvió a cobrar vuelo luego de que en la década del ‘80 se parara todo el proyecto nuclear nacional. Actualmente, se está construyendo en Zárate, provincia de Buenos Aires la tercer central nuclear del país. Atucha I, II y Embalse generarían para el 2014 un poco más del 10 por ciento de la energía del país y se está planeando la construcción de una cuarta usina atómica.
La inauguración de Atucha II está prevista para 2010, pero varios especialistas piensan que no estará lista para esa fecha. Desde la CNE indicaron que esto no sería un problema ya que se puede extender la actividad de Embalse, aunque no operando al 100 por ciento porque sería un riesgo: “Por la situación energética del país, sería conveniente que Atucha II ingrese al sistema de interconexión nacional antes que salga Embalse. Nosotros generamos energía para 4 millones de personas, aportamos al sistema 600 megavatios hora, algo así como el 7 por ciento de la energía que se genera en el país”, aseguró Ricardo Sainz.
Para entender más. Central de energía atómica. Es una usina que genera energía eléctrica a través de reacciones nucleares contenidas que se producen dentro de un reactor. Su combustible es el uranio, el que se deposita dentro del reactor donde se produce una fisión nuclear. Esto genera un gran calor que es moderado con agua pesada. Cuando esta adquiere gran temperatura es conducida a unos generadores de vapor en los que hay agua común, la que sin contacto con aquel elemento, entra en ebullición, se produce vapor y este induce el movimiento de hélices que generan energía eléctrica.
Fisión. Es una reacción en cadena que produce la separación de los núcleos de átomos, en este caso de uranio. Mientras se da esta reacción se liberan grandes cantidades de energía, la que es contenida y controlada por materiales especiales. El uranio se introduce al reactor en forma de pastillas, las que son depositadas en pequeños tubos.
Agua pesada. Es un elemento especial que se utiliza para disminuir la temperatura del uranio que entra en fisión dentro del reactor.
A favor: desde la Cnea aplauden el siga, siga
Juan Álvarez, el responsable de geología de la Cnea (Comisión Nacional de Energía Atómica) en Córdoba, se mostró conforme con las intenciones de extender la vida útil de la central de embalse: “Yo siempre digo que hay que aprovechar al máximo los recursos que uno tiene, y en este caso, la energía atómica está haciendo un buen aporte a la energía nacional”.
“Nuestro país tiene un gran problema, y es que somos muy dependientes de los combustibles fósiles como el gas y el petróleo, que son recursos no renovables. Hay que resaltar la importancia de poder contar con un mix de diferentes tipos de energía y no centrarse sólo en uno. Por ejemplo, en Ucrania, el 98 por ciento de la energía que se genera es nuclear, cuando tienen que realizar mantenimientos en las centrales, tienen que comprar energía a otros países. Por su puesto que esto no es bueno”, dijo el geólogo.
Respecto a la puesta en marcha de Atucha II y la salida del sistema de Embalse, Álvarez argumentó: “Lo mejor sería que entre una central y salga la otra, ya que el país no tiene los recursos suficientes para generar la energía que es producida por Embalse”.
En contra: para la Funam, nunca debió existir la CNE
Raúl Montenegro, titular de la Fundación para el Medioambiente (Funam), expresó su enojo con el actual proyecto de extensión de vida de la planta de Embalse. El biólogo denuncia que nunca se hicieron los estudios previos necesarios para determinar el impacto que tendría la central al momento de radicarse en Córdoba y, más tarde, jamás se realizaron los estudios del impacto que esto generará si funciona 30 años más. Además, criticó a la Provincia por no involucrarse en estos temas y adelantó que por el caso está preparando una denuncia penal.
"Desde que se radicó esta central que estoy en desacuerdo con su actividad. En su historia, ha tenido fugas de agua pesada contaminada y tengo las pruebas para demostrarlo", sentenció Montenegro.
Por otro lado, el titular de la Funam, disparó contra el almacenamiento de los residuos nucleares dentro de los predios de la Central Nuclear de Embalse: "Eso reviste una gran peligrosidad contra toda la población. Todos los silos están al aire libre, sin nada que los proteja. Si ahí se produce algún accidente las consecuencias pueden ser nefastas, equiparables a lo que ocurrió en Chernobyl".
Faltan pastillas de yodo
Si se produce un accidente nuclear, la población que vive cerca de la Central Nuclear de Embalse debe tomar pastillas de yodo, para evitar los efectos de la radiación. Estas pastillas deben ser provistas de manera gratuita por la central en los pueblos de La Cruz, Villa Rumipal, Villa del Dique y Embalse. El yodo protege a la tiroides, generando una saturación en la glándula, lo que impide al organismo absorber elementos nocivos de la radiación. Esto previene la generación de un cáncer de tiroides por efectos radiactivos.
Día a Día consultó sobre la existencia de estas pastillas en los pueblos que sí o sí deben tenerlas a mano por cualquier incidente. Desde Villa Rumipal denunciaron tener pastillas vencidas desde 2006. Según Sebastián Funes, titular de Defensa Civil de esa localidad, el reclamo se hizo en marzo y todavía no hay respuesta. En tanto, el secretario de Gobierno de La Cruz, Mauro Botines, informó que no tienen pastillas y que hace tiempo que no se realiza un simulacro completo allí. Las autoridades de las localidades de Embalse y Villa del Dique aseguraron que ahí el suministro de pastillas está al día.
Desde la Central de Embalse aseguraron que no hay posibilidad de que en las localidades citadas no existan estas pastillas. Hugo Guzmán, jefe de seguridad de la planta, detalló: "Nosotros hacemos controles anuales y las cambiamos cada dos años, como exige la Anmat. Por cada habitante de estas localidades debe haber por lo menos una pastilla. Además, en la central tenemos un stock suficiente para abastecer por tres días a estos cuatro pueblos. En el caso que hubiese una fuga de material radiactivo, Gendarmería tiene la misión de distribuir el medicamento casa por casa antes que la nube tóxica esté fuera de control y se libere al ambiente", confió.
Fecha de Publicación: 07/06/2009
Fuente: Día a Día
Provincia/Región: Córdoba
La Central Nuclear de Embalse extenderá su vida útil. Saldrá de funcionamiento cuando el reactor diga basta.
La usina que se convirtió en un hito de la historia de Embalse, tanto que en la parte superior izquierda del escudo de esa localidad hay un átomo dibujado, vivirá unos cuantos años más: todos los que dé. Estamos hablando de la Central Nuclear de Embalse (CNE), que tras tres décadas de incesante funcionamiento debe salir de línea y ser reacondicionada para seguir produciendo. Ya está obsoleta y sus componentes, desgastados. Pero no se desactivará hasta que el reactor diga basta.
Embalse quedará off line después de mediados de 2011 y ya hay más de 70 profesionales abocados a lo que se denomina “Proyecto de extensión de vida”. Tienen como misión cambiar los componentes gastados del reactor y de la planta, para que funcione 30 años más. Para lograrlo, deben renovar el núcleo del reactor, corazón de la usina, y cuatro generadores de vapor que trabajan con tritio (agua pesada que se carga con radiación luego de enfriar el uranio del núcleo).
Para el gerente de la planta, Ricardo Sainz, ésta será la tarea más engorrosa, ya que los dos procesos se interfieren entre sí y pueden generar demoras en el cronograma de actividades. Esta labor demandará un año y medio. Las tareas, como cambios en las turbinas que generan la energía, no representarán mayores inconvenientes.
“La parada total de la planta se va a realizar en el plazo estipulado. Por supuesto que puede haber imprevistos, será el reactor quien diga basta cuando no pueda funcionar más. Pueden fallar componentes y si esto es así, se hará alguna parada de mantenimiento. En realidad, el impedimento más grande que esto genera es dejar de operar al 100 por ciento”, dijo Sainz.
Para comenzar con las tareas de extensión de vida hay que paralizar la planta, descargar el núcleo del reactor, sacar el combustible (uranio), el agua pesada y todo el material radiactivo.
Nuevos residuos. Evidentemente, todo los componentes viejos que se saquen del reactor se van a convertir en residuos nucleares, ya que son elementos contaminados con radiación. Actualmente, en la central, todo el combustible que ya fue quemado queda depositado en piletas con agua desmineralizada por unos seis años. De ahí, estos residuos se depositan en silos de concreto, donde quedan alojados hasta que dejen de emitir radiación.
Este proceso se denomina envasado en seco, y es la suerte que correrán los componentes viejos del reactor: “Estos se trozarán con mucho cuidado y serán depositados en silos de mayor tamaño de los que tenemos en el predio de la central. Allí quedarán guardados hasta que pierdan su efecto contaminante”, explicó Sainz.
Por otro lado, el agua pesada radiactiva contenida en el circuito principal del reactor, será filtrada y depositada en tanques de acero inoxidable: “Hay que descargar todas las cañerías del circuito y el reactor. Para esto disponemos de un sistema de drenaje que lleva todo este material a tanques sellados donde el agua pesada permanecerá envasada hasta que terminen las tareas de extensión de vida y pueda ser inyectada en el circuito nuevamente”, detalló el gerente.
Por esta razón, varias organizaciones ambientalistas como la Funam, ya pusieron el grito en el cielo. Desde Embalse se defienden, y afirman que este es un proceso que está controlado y que se viene realizando desde hace 26 años con todos los elementos que se fueron retirando del reactor.
Un plan nuclear. La energía atómica volvió a cobrar vuelo luego de que en la década del ‘80 se parara todo el proyecto nuclear nacional. Actualmente, se está construyendo en Zárate, provincia de Buenos Aires la tercer central nuclear del país. Atucha I, II y Embalse generarían para el 2014 un poco más del 10 por ciento de la energía del país y se está planeando la construcción de una cuarta usina atómica.
La inauguración de Atucha II está prevista para 2010, pero varios especialistas piensan que no estará lista para esa fecha. Desde la CNE indicaron que esto no sería un problema ya que se puede extender la actividad de Embalse, aunque no operando al 100 por ciento porque sería un riesgo: “Por la situación energética del país, sería conveniente que Atucha II ingrese al sistema de interconexión nacional antes que salga Embalse. Nosotros generamos energía para 4 millones de personas, aportamos al sistema 600 megavatios hora, algo así como el 7 por ciento de la energía que se genera en el país”, aseguró Ricardo Sainz.
Para entender más. Central de energía atómica. Es una usina que genera energía eléctrica a través de reacciones nucleares contenidas que se producen dentro de un reactor. Su combustible es el uranio, el que se deposita dentro del reactor donde se produce una fisión nuclear. Esto genera un gran calor que es moderado con agua pesada. Cuando esta adquiere gran temperatura es conducida a unos generadores de vapor en los que hay agua común, la que sin contacto con aquel elemento, entra en ebullición, se produce vapor y este induce el movimiento de hélices que generan energía eléctrica.
Fisión. Es una reacción en cadena que produce la separación de los núcleos de átomos, en este caso de uranio. Mientras se da esta reacción se liberan grandes cantidades de energía, la que es contenida y controlada por materiales especiales. El uranio se introduce al reactor en forma de pastillas, las que son depositadas en pequeños tubos.
Agua pesada. Es un elemento especial que se utiliza para disminuir la temperatura del uranio que entra en fisión dentro del reactor.
A favor: desde la Cnea aplauden el siga, siga
Juan Álvarez, el responsable de geología de la Cnea (Comisión Nacional de Energía Atómica) en Córdoba, se mostró conforme con las intenciones de extender la vida útil de la central de embalse: “Yo siempre digo que hay que aprovechar al máximo los recursos que uno tiene, y en este caso, la energía atómica está haciendo un buen aporte a la energía nacional”.
“Nuestro país tiene un gran problema, y es que somos muy dependientes de los combustibles fósiles como el gas y el petróleo, que son recursos no renovables. Hay que resaltar la importancia de poder contar con un mix de diferentes tipos de energía y no centrarse sólo en uno. Por ejemplo, en Ucrania, el 98 por ciento de la energía que se genera es nuclear, cuando tienen que realizar mantenimientos en las centrales, tienen que comprar energía a otros países. Por su puesto que esto no es bueno”, dijo el geólogo.
Respecto a la puesta en marcha de Atucha II y la salida del sistema de Embalse, Álvarez argumentó: “Lo mejor sería que entre una central y salga la otra, ya que el país no tiene los recursos suficientes para generar la energía que es producida por Embalse”.
En contra: para la Funam, nunca debió existir la CNE
Raúl Montenegro, titular de la Fundación para el Medioambiente (Funam), expresó su enojo con el actual proyecto de extensión de vida de la planta de Embalse. El biólogo denuncia que nunca se hicieron los estudios previos necesarios para determinar el impacto que tendría la central al momento de radicarse en Córdoba y, más tarde, jamás se realizaron los estudios del impacto que esto generará si funciona 30 años más. Además, criticó a la Provincia por no involucrarse en estos temas y adelantó que por el caso está preparando una denuncia penal.
"Desde que se radicó esta central que estoy en desacuerdo con su actividad. En su historia, ha tenido fugas de agua pesada contaminada y tengo las pruebas para demostrarlo", sentenció Montenegro.
Por otro lado, el titular de la Funam, disparó contra el almacenamiento de los residuos nucleares dentro de los predios de la Central Nuclear de Embalse: "Eso reviste una gran peligrosidad contra toda la población. Todos los silos están al aire libre, sin nada que los proteja. Si ahí se produce algún accidente las consecuencias pueden ser nefastas, equiparables a lo que ocurrió en Chernobyl".
Faltan pastillas de yodo
Si se produce un accidente nuclear, la población que vive cerca de la Central Nuclear de Embalse debe tomar pastillas de yodo, para evitar los efectos de la radiación. Estas pastillas deben ser provistas de manera gratuita por la central en los pueblos de La Cruz, Villa Rumipal, Villa del Dique y Embalse. El yodo protege a la tiroides, generando una saturación en la glándula, lo que impide al organismo absorber elementos nocivos de la radiación. Esto previene la generación de un cáncer de tiroides por efectos radiactivos.
Día a Día consultó sobre la existencia de estas pastillas en los pueblos que sí o sí deben tenerlas a mano por cualquier incidente. Desde Villa Rumipal denunciaron tener pastillas vencidas desde 2006. Según Sebastián Funes, titular de Defensa Civil de esa localidad, el reclamo se hizo en marzo y todavía no hay respuesta. En tanto, el secretario de Gobierno de La Cruz, Mauro Botines, informó que no tienen pastillas y que hace tiempo que no se realiza un simulacro completo allí. Las autoridades de las localidades de Embalse y Villa del Dique aseguraron que ahí el suministro de pastillas está al día.
Desde la Central de Embalse aseguraron que no hay posibilidad de que en las localidades citadas no existan estas pastillas. Hugo Guzmán, jefe de seguridad de la planta, detalló: "Nosotros hacemos controles anuales y las cambiamos cada dos años, como exige la Anmat. Por cada habitante de estas localidades debe haber por lo menos una pastilla. Además, en la central tenemos un stock suficiente para abastecer por tres días a estos cuatro pueblos. En el caso que hubiese una fuga de material radiactivo, Gendarmería tiene la misión de distribuir el medicamento casa por casa antes que la nube tóxica esté fuera de control y se libere al ambiente", confió.
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