El petróleo del futuro ¿San Juan Nuclear?

El petróleo del futuro

Fecha de Publicación: 01/07/2008
Fuente: Diario de Cuyo
Provincia/Región: San Juan



Codiciado como fuente de energía alternativa ante la reducción del petróleo, en San Juan pretenden reflotar cinco antiguos yacimientos de uranio que pertenecieron a la Comisión Nacional de Energía Atómica. Ya hay pedidos de cateo y la intención de la Secretaría de Minería de firmar un convenio de cooperación con la comisión.
Uranio en la mira, hoy más que nunca. En un contexto en el que los yacimientos de petróleo tienen por delante sólo treinta años de vida útil y cuando esto genera que su precio se vuelva cada vez más elevado, el
uranio adquirió una posición de relevancia en el mundo de energías alternativas. En este marco sin igual, en San Juan pretenden reflotar cinco antiguos yacimientos de uranio que pertenecieron a la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) en los años '80. Se trata de cinco zonas distribuidas entre el norte de Jáchal (Gualcamayo, Huachi y Huaco) e Iglesia (Quebrada del Carrizal).
Según Juan José Bustamante, director de Minería de la provincia, hay pedidos de permiso de cateo (exploración) para estas áreas por parte de particulares, el IPEEM (empresa estatal de exploraciones mineras) y la empresa australiana Jackson Global, que solicitó un permiso para la zona de Huachi. Todos los casos están en proceso de concesión, etapa que de acuerdo al funcionario, puede llevar desde cuatro meses a varios años dependiendo de los aspectos legales a verificar.
Tanto interés reflotado tiene que ver, principalmente, con la cotización del uranio en el mercado global. Hace tan sólo cinco años, su valor era de 20 dólares la libra (63 pesos argentinos según la cotización monetaria actual); llegó a 90 en abril de 2007 (284 pesos) y, en febrero de 2008, la libra de uranio cotiza a 200 dólares, es decir, 630 pesos. El salto es evidente y no en vano las principales exploradoras de uranio del mundo, como la canadiense Magnum Corporation, salieron a la caza de nuevos depósitos de uranio a través del planeta.
La tendencia por este interés creciente de desempolvar antiguos yacimientos uraníferos locales se viene advirtiendo en la Secretaría de Minería sanjuanina desde noviembre de 2006. "Sin dudas la necesidad de nuevos recursos energéticos es la explicación más certera, y si a eso le sumamos que el uranio a diferencia del petróleo es capaz de producir energía sin expulsar gases nocivos a la atmósfera, estamos frente a perspectivas más que interesantes", explicó Bustamante.
Con el fin de crear las condiciones necesarias ante la posibilidad de reactivar las antiguas zonas, la Secretaría pretende lograr la firma de un convenio de cooperación con la CNEA. "A través de él pretendemos realizar tareas conjuntas y específicas que tengan que ver desde la prospección hasta la obtención final de recursos del uranio", explicó Felipe Saavedra, secretario de Minería.
Esto significaría que especialistas de la CNEA lleguen a la provincia, retomen viejos estudios y que en forma conjunta con sanjuaninos desarrollen e incorporen tecnologías para la obtención de uranio.
El borrador del convenio se envió a la comisión en noviembre del año pasado pero, según señaló Saavedra, el cambio de autoridades en la entidad retrasó el proceso. Hoy la flamante autoridad al mando de la CNEA es Norma Boero, con quien deberán profundizar las gestiones para concretar la ansiada rúbrica.
Ya César Gioja, senador nacional y presidente de la Comisión de Minería, Energía y combustibles de la Cámara Alta, haía presentado, durante la administración de Néstor Kirchner, un proyecto de ley referido al uranio natural y al torio (ambos minerales nucleares, como les dicen muchos).
En el proyecto declara como recurso energético de "carácter estratégico" a los minerales de uranio natural y torio, al considerarlos como "no renovables, esenciales, insustituibles y críticos para la generación de
energía eléctrica" y para la aplicación en "la salud y la industria". Según se expresa en el desarrollo de los fundamentos del proyecto, "las reservas de uranio natural, hoy conocidas y no explotadas, se agotarán en 17 años y resulta preocupante la falta de producción nacional, el aumento del precio internacional y el interés de las empresas extranjeras que quieren producir uranio".
La propuesta de Gioja aparece en un momento en el que la potencia instalada en más de 400 centrales nucleoeléctricas generan cerca del 20% de la electricidad consumida en el mundo. Sólo en Argentina, el 8% de la energía eléctrica que se utiliza es nuclear. Suena fuerte: en todo el mundo las palabras "nuclear" y "atómica" recuerdan a la tragedia de Chernobyl. Pero los especialistas aseguran que es sólo una de las tantas formas de generar energía.
La generación de energía nuclear en el país no es una actividad novedosa. En 1950, el presidente Juan Domingo Perón creó por decreto la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) para convertir a la Argentina en un país de avanzada en materia nuclear, hasta entonces una actividad desarrollada en exclusividad por Estados Unidos y la Unión Soviética.
Medio siglo después, la recuperación de la actividad económica nacional y la falta de inversiones en el sector eléctrico pusieron al país al borde de una crisis energética. Otras cuestiones internacionales como la estampida del precio del crudo y el agotamiento de los combustibles fósiles, llevaron a que el gobierno de Néstor Kirchner decidiera darle un nuevo impulso a la actividad nuclear en el país.
El objetivo del gobierno es llegar a producir el 14% de la energía que se consume en la Argentina en las centrales atómicas. Hasta la fecha, Kirchner relanzó Atucha I, extendió la vida útil de Embalse, comenzó a construir Atucha II y anunció la creación de una cuarta central atómica. Para concretar esos emprendimientos hace falta una inversión de 1.000 millones de pesos. Y la actual presidenta.Cristina Fernández, sigue la misma línea de interés en el desarrollo de la energía nuclear.
En este sentido, Dioxitek, brazo industrial de la CNEA, avanza en el proyecto de lanzamiento de su nueva planta de dióxido de uranio, cuya construcción insumirá 32 millones de dólares y entrará en funcionamiento en abril de 2011 para duplicar la producción de la actual planta ubicada en Córdoba. Otra de las intenciones del gobierno nacional es la de retomar la industria del enriquecimiento del uranio, que es el que se utiliza como combustible.
"No importan los colores políticos, la idea es que se retomen las viejas bases, no puede ser que la Argentina para abastecerse de uranio deba importarlo de Rusia siendo que tiene sobradas posibilidades de su producción propia", dijo al respecto el ingeniero en Minas Guillermo Preisz. Este profesional colaboró durante los años '80 con la CNEA en la investigación de las zonas uraníferas de San Juan que ahora pretenden reflotar. Al respecto resaltó que en esas zonas "hay manifestaciones de uranio interesantes pero por cambios de política todo quedó en la nada, es un tema que hay que retomar".
Hasta la década de 1990, Argentina exportaba este material, pero tras las privatizaciones, la Central de Energía Atómica debió restringirse a generación de uranio enriquecido para la industria médica.
En caso de concretarse la extracción del uranio en los yacimientos locales, San Juan quedaría en una situación estratégica, y mucho más aún Jáchal, por concentrar, en el mismo territorio, oro, petróleo y uranio, tres de los elementos más valiosos para el mundo de los capitales.

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