Las papeleras y el turismo "no son compatibles"

La Argentina aseguró ante La Haya que las papeleras y el turismo "no son compatibles"

Fecha de Publicación: 15/09/2009
Fuente: Terra Argentina



En el segundo día de audiencias ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, la delegación argentina aseguró hoy que el Estado uruguayo no evaluó alternativas para la instalación de Botnia en otra zona y enfatizó que pasteras y turismo "no son compatibles".
En este sentido, la consejera legal de la Cancillería, Susana Ruiz Cerrutti, quien encabeza la delegación argentina, reveló que Uruguay "descartó" construir las plantas papeleras en La Paloma o en Nueva Palmira, por ser "zonas recreativas y turísticas".
Según informó un comunicado de la Cancillería, el equipo argentino afirmó que el emplazamiento de Botnia es "totalmente inapropiado y los estudios científicos lo comprueban", y enfatizó que pasteras y turismo "no son compatibles".
La papelera de Botnia está instalada en la ciudad uruguaya de Fray Bentos, una zona donde predomina el turismo, y a orillas del río que el país vecino comparte de con Gualeguaychú, otro centro turístico.
En el marco de la causa que le sigue la Argentina a Uruguay por presunta violación del Estatuto binacional del Río Uruguay, el profesor de Derecho Internacional de la Universidad de Génova Marcelo Kohen aseguró que "turismo y celulosas no pueden reconciliarse".
Kohen sostuvo que Uruguay tendría que haber considerado "localizaciones alternativas" al río limítrofe, al tiempo que recalcó que "el Estatuto está basado en el respeto de los usos (del río) ya existentes".
Según el equipo argentino que lleva la causa ante la Corte Internacional de La Haya, la ubicación de la pastera en Fray Bentos tiene como único interés "facilitar las cosas a la empresa y a ninguna consideración social".
La Argentina continuará con la presentación de sus argumentos hasta el jueves, y el lunes será el turno de Uruguay tomar la palabra para defender la instalación de la planta de celulosa.
La causa fue iniciada por la Argentina en 2006, cuando el vecino país permitió la instalación de la papelera finlandesa, acusada de ser "contaminante".
La Cancillería consideró que la decisión unilateral del Gobierno uruguayo consituia una violación del Estatuto del Río Uruguay, firmado por ambos países en la década del 70.

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